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FORD MONDEO ST-LINE
Date un capricho. Cómprate un deportivo.

 

ST proviene de Sports Technologies y eso es lo que Ford aplica en el Mondeo ST-Line, tecnología deportiva para uso diario. Así lo hace desde que en 1999 el Mondeo ST 200 llegase al mercado. Los accesorios que incorpora, inspirados en Ford Performance, son estéticos y funcionales, para que no solo veas sus cualidades sino que las sientas.

 

¿Quieres saber qué se siente al conducir el Ford Mondeo ST-Line?

 

¿Necesitas potencia? Elige cuánta.

Lo que ves por fuera adelanta lo que late bajo el capó: motores Diesel TDCi de entre 150 y 210 caballos y gasolina con tecnología EcoBoost que van de 160 a 240 caballos. Las versiones menos potentes van asociadas a un cambio manual de seis velocidades. Las de mayor potencia tienen cambio automático y, de serie, levas en el volante. El rendimiento lo notarás en un adelantamiento, en una incorporación o cuando viajes con el coche cargado. El consumo, cuando llegues a tu destino después de un largo viaje y no hayas tenido que parar a repostar.


Conexión con el asfalto.

Una suspensión que rebaja la altura de la carrocería 10 milímetros y unas llantas de 18 o 19 pulgadas de diámetro dan al Mondeo un aspecto que sugiere potencia y control. El centro de gravedad optimizado y los neumáticos de perfil bajo transmiten al conductor información más precisa de lo que ocurre entre el asfalto y las ruedas y su exclusivo kit de carrocería añade un plus de eficacia aerodinámica a alta velocidad. Ford no ha dejado nada al azar para que toda la familia disfrute con seguridad y confort de cada trayecto.

 


Si vuelves la cabeza al aparcarlo, es que has elegido el coche correcto...

Cada detalle ha sido cuidado para enfatizar con gusto la equilibrada silueta del Mondeo. La parrilla con diseño de panal de abeja en color negro brillante, las luces diurnas de tipo LED, los faros antiniebla rectangulares, el faldón frontal y los laterales, el difusor trasero o las salidas de escape cromadas añaden el toque personal a quien quiere conducir un coche distinto sin renunciar a las virtudes de elegir un referente en su categoría. Porque la amplitud, el confort y la vida a bordo de un Mondeo son una apuesta segura desde que en 1993 viese la luz la primera generación.


Pequeños detalles que marcan la diferencia.

La deportividad no está reñida con la practicidad. Sus asientos deportivos dan más agarre que los de serie y pueden ir tapizados en tela o parcialmente en piel, con las costuras en color rojo. El cuero perforado del volante, el tacto de la palanca de cambios y los pedales deportivos. Todo está enfocado a aumentar la precisión durante la conducción, a enfatizar el disfrute.
A que cada viaje sea una experiencia sensorial.


 

¿Quieres saber más acerca del Ford Mondeo ST-Line?

 

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