Cada vez es más frecuente ver a niños que viajan orientados en el sentido contrario al del avance del coche. Esto no es por un capricho de los fabricantes de sistemas de retención infantil ni exclusivamente por un motivo legal (normativa vigente en España), es sencillamente la posición más segura en caso de un accidente frontal.
Este tipo de impacto es el más habitual en carretera. Cuando ocurre, el cuerpo sale lanzado hacia delante debido a la energía cinética. El cinturón es el encargado de frenarlo y retenerlo en el asiento para impedir que se golpee contra el volante, salpicadero o asientos.
Toda la energía se concentra en la correa del cinturón o, si es un niño que viaja en un sistema de retención integral, en el arnés. A menor superficie, mayor energía aplicada. Por el contrario, si la superficie es mayor, la fuerza se disipa de manera más repartida y el impacto resulta menos peligroso y dañino.
Además, su cuerpo es muy distinto al de un adulto. La cabeza supone una proporción de peso total mucho mayor, la estructura ósea se está formando, con partes blandas (cartílagos) que aún no se han osificado por ejemplo en las vértebras, y la musculatura es más débil.
Por todo ello, cada vez se recomienda de manera más generalizada la colocación de los menores de cuatro años a contramarcha, considerándose muy peligroso que los niños viajen de cara a la marcha antes de los 15 meses. De hecho, esta es la edad mínima que establecen las sillas homologadas bajo la nueva normativa ECE R129 (conocida como i-Size) para su uso en el sentido de la marcha.
De hecho, hay estudios como los realizados por la compañía de seguros sueca Folksam que confirman esta ventaja: el riesgo de que en niño fallezca o sufra graves lesiones es cinco veces menor sentado de espaldas a la marcha.
Por ello, Britax Römer, especialista en la fabricación de sillas de coche desde hace más de 50 años, ofrece una gama de sillas que permiten viajar a contramarcha durante más tiempo del obligatorio.
A las ya conocidas Dualfix, Max-Fix II, Max-Way Plus y Multi-Tech III se suman las nuevas Dualfix i-Size y Swingfix i-Size, homologadas bajo la nueva normativa ECE R129. Estas dos sillas permiten viajar de espaldas a la marcha desde los 40 cm hasta los 105 cm de estatura o 18 kg (lo que antes suceda), es decir, desde el nacimiento hasta los cuatro años, aproximadamente, superando ampliamente los quince meses que indica la nueva normativa de homologación.
La Swingfix i-Size es una silla que sólo permite viajar a contramarcha. Cuenta con el sello Plus Test, una prueba llevada a cabo en Suecia y que solo logran pasar algunas sillas de espaldas a la marcha. Y también ha ganado el último test de ADAC y Stiftung Warentest, cuyos resultados publican entidades como el RACE o la OCU en España, obteniendo la mejor puntuación hasta la fecha para una silla de coche apta desde el nacimiento hasta los cuatro años, especialmente en el apartado de seguridad.
Para facilitar la colocación del niño, la Swingfix i-Size se puede girar 90 grados, en cualquier sentido. Así es mucho más cómodo sentarlo y atarlo desde el exterior del coche.
La Dualfix i-Size gira 360 grados, lo que permite su colocación tanto de espaldas como de cara la marcha. Así, es posible seguir utilizando la misma silla simplemente girando el asiento 180 grados si en las etapas más avanzadas los padres necesitan de esta posibilidad.
Estas dos sillas pueden reclinarse en seis posiciones tanto de espaldas como de cara a la marcha (en el caso de la Dualfix i-Size), incluida una posición más recostada y ergonómica para recién nacidos. Además, la barra que evita que la silla pueda volcar es ajustable, permitiendo un apoyo óptimo contra el respaldo y mayor espacio para las piernas del niño.
Ambas cuentan con las tecnologías SICT Inside —absorbe la energía generada en caso de colisión lateral—, Isofix con Pivot Link —reduce el movimiento del niño hacia delante, reduciendo el riesgo de lesiones en la cabeza y el cuello— y reposacabezas en forma de V —controla el movimiento de la cabeza en caso de colisión lateral—..